El coordinador de la cantera herculana, José Antonio Palomino, explica los éxitos del fútbol base y el trabajo que hay detrás de cada equipo.

-¿Cual es la clave del éxito de tantos equipos formados por jugadores de edades tan tempranas?

Siempre intentamos mantener el bloque de equipos y en función del nivel de exhigencia de cada categoría reforzar las plantillas, como en el caso del Hércules Promesas, del Juvenil A y el Juvenil B. Se optó por darle naturalidad a todo lo que realizábamos, mejorar el contacto con los padres mediante reuniones periódicas y la calidad de enseñanza deportiva en nuestros técnicos.

Esto nos lleva a conocer mejor a nuestras plantillas, a conocer mejor el entorno y da la oportunidad de crear un filtro de cara a la mejora de los equipos, lo que nos ha llevado a estar actualmente con unos equipos de fútbol base cumpliendo objetivos y generando éxito. Esto nos ha llevado a un Hércules Promesas que lucha por los puestos que dan opción de acenso a Tercera División, un Juvenil A que se encuentra en ascenso directo a División de Honor, la élite de los juveniles, junto con el Juvenil B,  que dependiendo del A para ascender se encuentra líder de su grupo. Además, los Cadetes e Infantiles autonómicos están haciendo una temporada muy buena, el B lucha por el campeonato y el C puede llegar a conseguir el ascenso a Preferente. El Infantil B esá cerca de quedar entre los 7 primeros para disputar una temporada en una nueva categoría como es Preferente y el C es líder de su grupo y a falta de 5 jornadas incita a pensar en el ascenso.

En cuanto al fútbol 8 estamos en una línea muy parecida. Nuestro Alevín A lucha por el campeonato con el Elche, el Alevín B se encuentra entre los 5 primeros, el C puede proclamarse esta semana campeón, el Benjamín A está en la parte alta de la clasificación, el Benajmín B es de primer año y a pesar de está siendo una temporada difícil también está realizando una gran campaña y el Benjamín c ya es campeón a falta de 5 jornadas.

Por último, en el prebenjamín buscamos que crezcan, aprendan vocabularo deportivo, aprendan a asociarse y pienesen a nivel grupal, es una etapa de adaptación.

-¿Cuáles son los objetivos de la fundación?¿Se han cumplido?

Nuestro objetivo principalmente es formativo, no es ser líder de nuestros grupos, el objetivo es tener buenos técnicos que hagan que los chavales mejoren y aprendan, pero jugar en el Hércules te da ese plus de competitividad y lógicamente la motivación del niño de petenecer a este club también influye.

Nosotros hacemos una evaluación final, ya que la competición todavía no ha terminado y en cuanto a lo deportivo tenemos que ser precavidos y hacer un análisis más profundo a pesar de la buena sensación que tenemos. Principalmente buscamos que los equipos como el Hércules Promesas o el Juvenil estén en contacto con el primer equipo. Tenemos un seguimiento de estos equipos, hay varios jugadores que están entrenando de manera regular con la plantilla del Hércules, ya que queremos crear una relación entre el jugador de fútbol base y el primer equipo. Esto ayuda a la motivación, a que se vean formando parte del club y por tanto mejora el rendimiento.

Por otra parte, la situación económica difícil de la entidad al estar en Segunda B los ingresos son inferiores también afecta al fútbol base. Por ello buscamos darle mucho sentido a lo que hacemos, actuar con cabeza ante estas limitaciones y siempre con ilusión.

-Hablamos de una cantidad considerable de categorías y por tanto de muchos niños, ¿Cómo se gestiona tal cantidad de cabezas y cómo se les enseña a trabajar en equipo?

Bueno, además de deportivamente buscamos que trabajen también su aspecto humano y académico ya que están en su etapa formativa. Los niños la única obligación que tienen es estudiar, el fútbol es un complemento que le va a enrriquecer a nivel de salud y de humanidad, por eso trabajamos con los padres para corregir alguna mala situación en el aspecto academico. Jugar en el Hércules no es solo jugar al fúbol, también hay que saber estar, comportarse bien, ser buen compañero, puntual, respetar tanto al árbitro como a los rivales. Esto se lleva a cabo en las reuniones con los padres, a los que consideramos principales también en esta tarea de crear un equilibrio entre el deporte y lo intelectual junto a los técnicos. Los niños se dan cuenta de que somos más fuertes trabajando en grupo que de manera individual enseguida.

-En cuanto a los éxitos y la presión que conlleva en los jugadores, ¿De qué manera se trabaja con ellos para que no se sientan presionados?

Esto es cuestión de la edad, si hablamos de categorías en las que los chavales ya tienen 17 en adelante ya saben lo que es la competición, hay casos en los que nuestros filiales con 19 años se enfrentan a jugadores de 38. Ese nivel de exhigencia en esas edades se asume.

En el caso de las etapas formativas las plantillas están equilibradas, pero no somos un club que fije metas de éxitos clasificatorios. Se valora y se mide lo que el grupo puede conseguir, si tenemos la posibilidad de ganar un campeonato buscamos que el trabajo se haga bien y tanto los niños como sus padres se encuentren agusto, de nada sirve ganar si el ambiente es de ensión, no es nuestro objetivo que los jugadores se sientan presionados.

Leave a comment