El conjunto entrenado por José Antonio Palomino puso fin el pasado 24 de Mayo a una gran temporada en la liga autonómica infantil en la que consiguieron un tercer puesto.
El equipo llegó a liderar la tabla durante más de cuatro jornadas seguidas y llegaron a la penúltima jornada en segundo puesto y con opciones de hacerse con el liderato que se disputaba con los equipos infantiles del Valencia C.F. y Villarreal C.F.
Hablamos con el ex-jugador del Hércules C.F. y actual entrenador del infantil A, José Antonio Palomino, quien nos da algunas claves de este equipo y su buena temporada.
El principal secreto del equipo y motivo del éxito es para su entrenador el bloque que se ha construido en este grupo de chavales de 14 años, quienes en una simbiosis entre el cuerpo técnico y los jugadores han sabido aplicar un juego colectivo como resultado de una metodología integral que se basa en la asimilación de conceptos en cada jornada lo cual generaba un crecimiento futbolístico y humano del grupo.
Esto último es para el entrenador su mayor éxito personal, desde el primer momento se apostó por el desarrollo personal de los jugadores, inculcándoles unos valores humanos y sociales donde lo bueno cuesta y se debe trabajar duro para conseguir una meta, crecer a nivel humano.
Palomino sabe de la dificultad de mantener unido un grupo de trabajo a esta edad y más con la dificultad añadida que vive el primer equipo y que muchos lo podrían ver como un hándicap en la motivación de los chavales pero el ex-jugador tiene unas ideas muy claras: “se debe recuperar el sentimiento de jugador alicantino, debe ser lo más importante.” Y añade: “Hay que trabajar en la senda de la ilusión, motivando a los chavales para querer competir por hacerse un hueco en el primer equipo, haciéndoles saber de la dificultad y lo que supone jugar en la élite, que es donde debe estar el club de nuevo en dos o tres años.”
Por último el técnico quiere hacer una mención especial a los padres de los jugadores quienes han aportado cosas positivas a este proyecto ayudando a crecer a sus hijos y no creándoles falsas expectativas, buscando el desarrollo personal de los mismos.