Un solitario gol en saque de esquina de Javi Paredes tumba al Hércules. El equipo alicantino compite bien en un difícil campo y merece mejor suerte. El grupo de Carlos Luque tuvo oportunidades muy claras con remates de Chechu Flores, de Miñano o José Gaspar, pero el gol no llegó y el equipo no recorta puntos con sus rivales directos a falta de siete encuentros para finalizar la temporada.
Tarde aciaga para el Hércules, que ve como pierde terreno con sus competidores directos a falta de 21 puntos por disputar. El equipo de Carlos Luque cayó en un encuentro donde mereció mejor suerte y donde tuvo oportunidades de sobra para poder marcar y cambiar el guión. Pero otra vez la defensa de la estrategia le pasó factura y empañó muchas de las cosas que hizo bien.
El técnico blanquiazul cambió su once para adecuarlo al terreno de juego, de hierba artificial y muy pequeño. Metió a Omgba por Espinosa (quien ha arrastrado molestias físicas durante toda la semana) y a Miñano por José Gaspar. El equipo se adaptó a las necesidades del partido y compitió bien, aunque fue insuficiente.
El Hércules saltó con convicción al campo y con su fútbol claro. No dio concesiones e igualó el fútbol físico de su rival. Tuvo la primera gran oportunidad en una contra que acabó Chechu Flores con un remate de cabeza que acabó en saque de esquina. También con un disparo duro de Miñano que despejó mal Montoya y un remate de cabeza de Fernando. Oportunidades de sobra para desequilibrar el encuentro y que se pusiera de cara. También el Ebro dispuso de las suyas, la única clara un remate de Gabarre que solucionó Iván bien situado.
En la segunda parte, más de lo mismo, con una buena salida del Hércules y bien plantado en el terreno de juego. Solo un detalle impidió la victoria blanquiazul: la defensa de la pelota parada. El Ebro puso en apuros al Hércules en un saque de esquina que acabó en el travesaño y en el segundo que tuvo no perdonó. Javi Paredes remató libre de marca y mató a los alicantinos. A partir del gol en contra, el Hércules remó a contracorriente ante un Ebro tranquilo, bien posicionado y que se limitó a defender el marcador. Llegaron las oportunidades de José Gaspar, con una volea que salió fuera por poco, y con una jugada increible en el área pequeña, con rechaces y remates que no acabaron en gol por verdadera mala suerte.
La derrota frena las expectativas herculanas. A la espera de lo que haga el Badalona esta tarde, el equipo se queda a cinco puntos del cuarto y siete del tercero con 21 puntos por disputar. A pesar del golpe recibido, toca seguir trabajando y pensar solo en el partido ante el Atlético Saguntino. Una victoria volvería a abrir las posibilidades de reengancharse al play off.