El equipo da la talla en la final ante el Nàstic y supera a un rival directo con los goles de Borja y Rulo. El Hércules fue sólido y solvente, dejó la portería a cero, y debió sentenciar antes si el colegiado no hubiera anulado un gol legal de Carlos Martínez. Paso adelante herculano en su lucha por escapar del descenso.
Balón de oxígeno para el Hércules tras ganar con justicia al Nàstic de Tarragona. En una gran final, el Hércules se impuso con los goles de Borja y Rulo. El equipo dio un paso adelante colectivo, mantuvo la puerta a cero y mostró una gran imagen defensiva. Además, dispuso de las mejores oportunidades y debió sentenciar antes el partido.
Vicente Mir situó al equipo con tres futbolistas en el centro del campo, con Yeray, Fran y Diego; Moha y Borja en las bandas y Carlos Martínez arriba. El equipo sufrió los primeros minutos. Falcón apareció para desbaratar una buena estrategia local y el técnico herculano varió el sistema para colocarlo en un 4-4-2 que funcionó mejor con Moha y Carlos como puntas. El equipo fue de menos a más hasta que llegó el primer gol con una gran acción de Nani y el remate a la contra de Borja. El colegiado no consideró penalti un agarrón a Carlos y otra contra entre Moha y Borja pudo convertirse en el segundo gol. El equipo claramente fue a más y mantuvo la línea en la segunda parte.
El Hércules mantuvo la consistencia y buscó la contra para sentenciar. Debió subir el segundo gol con un remate de Carlos Martínez de cabeza que acabó en gol, pero el colegiado lo anuló por fuera de juego. El Hércules no se aminaló, supo dormir el partido y sentenció en tiempo de descuento con un gol a la contra de Rulo.
Victoria de mérito y consistente del Hércules que debe significar un punto de inflexión justo en el parón de Navidad. El equipo descansa una semana y volverá a los entrenamientos el lunes 30 con dos partidos seguidos en casa ante el Pray y el Ejea.