El equipo de Planagumà conquista la segunda victoria en este año 2019 y pone la directa en su lucha por asentarse en los puestos nobles de la clasificación. Marcaron Emaná y Pablo Íñiguez.

Desembarcó el Hércules en la Ciudad Deportiva Dani Jarque con el firme propósito de hacer buena, fuera de casa, la convincente victoria lograda siete días antes en el Rico Pérez. Ataviados con sus mejores galas –con un enrachado Emaná y nuevamente con el concurso de Jesús Alfaro en banda derecha- el conjunto blanquiazul  aspiraba a volver a ver hermoso, su reflejo, en el espejo de la victoria.

A pesar de que el Espanyol B contó con dos tiros de esquina en sus dos primeros acercamientos al área de Falcón, el Hércules acaparó el control del esférico y monopolizó el juego de ataque en los primeros veinte minutos de la porfía. A una primera oportunidad de Carlos Martínez tras un buen centro de Alfaro (min. 9) y un disparo desviado de Emaná después de robar el balón en campo rival (min. 13), siguió la consecución del gol que ponía en ventaja los méritos visitantes. Un buen pase de Chechu Flores encontró el pie del camerunés, dando alas a su idilio con el gol que ya se extiende por dos semanas consecutivas.

Sin embargo, el acoso y derribo a la meta de Edu Frías se atemperó con el gol inicial, y pronto el conjunto periquito tomó el relevo en lo que a acercamientos a la portería rival se refiere. No sufría el Hércules pero, en una jugada aislada, en árbitro consideró punible un leve contacto dentro del área alicantina. La pena máxima, ejecutada con maestría por Àlex Salto, nivelaba nuevamente una porfía que, hasta ese instante, parecía plácida para los intereses de las huestes herculanas (min 29). Con Moha, Bermejo y Soria muy activos en el equipo local, tan solo el pundonor de Emaná, con un par de lanzamientos, parecía dotar de cierta mordiente a las acometidas visitantes. Con empate a uno (1-1) se llegaba al entreacto.

Con la lección bien aprendida, la segunda mitad fue la de un soliloquio balompédico por parte del Hércules. Su discurso ofensivo y alegre cautivó a las tres decenas de aficionados que se habían trasladado a Barcelona para ver a su equipo y que comprobaron, in situ, el buen hacer de sus futbolistas. Un remate de cabeza de Emaná a pase de Alfaro (min. 52) y un lanzamiento desviado de Miranda a la salida de un tiro de esquina de Flores (min 56), dieron paso al gol de Pablo Íñiguez (min.68), también a tiro de un córner. Goleador contra el Villarreal B, el central enterraba cualquier sombra de sospecha y reducía al nivel de falsa elegía el gol espanyolista.

El tanto sirvió para calmar los ánimos y contemporizar los tiempos para el resto del partido. Planagumà le dio la alternativa a Pedro Torres –quien sustituyó a un lesionado Diego Benito- y retiró a Carlos Martínez por Paco Candela para dotar de mayor consistencia a la medular del equipo. Un taconazo de Emaná (min. 87) cerca estuvo de poner la sentencia. Su disparo, refinado pero desviado, rubricaba con un brindis al sol el buen hacer del equipo, logrando una victoria de vital importancia para las aspiraciones de ascenso.

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