Cuenta la fábula de La Liebre y la Tortuga que aunque se vaya despacio, si se hace a un ritmo constante, se alcanzan los horizontes más lejanos.

La mayoría os preguntaréis que a qué Santo viene esto, sin embargo, como amante del deporte, del fútbol y de nuestro Hércules, no puedo evitar pensar en nuestro equipo y ver la relación entre dicha fábula y el actual momento de forma que disfrutamos.

Coincidiréis en que, hasta la fecha, hemos vivido una temporada ciertamente inestable en cuanto a los resultados deportivos que nuestros jugadores han cosechado, alternando rachas muy malas con otras notablemente mejores. Pero creo que ha llegado la hora de dejar atrás de una vez por todas todos los malos augurios. Nuestro Hércules ha tardado más de lo que nos hubiera gustado en encontrar la senda correcta, pero lo ha hecho con 10 puntos de 15 en liza y volviendo a transmitir buenas sensaciones. Ahora es el turno de que los herculanos le hagamos encontrar la estabilidad, como la tortuga de la fábula.

Es cierto que nuestra posición en la tabla no es tan buena como muchos esperábamos a comienzo del curso, pero no olvidéis que estamos a solamente 5 puntos de la parte alta y bastante más arriba de lo que a algunos les gustaría que estuviésemos.

Es una Liga tremendamente igualada, en la que dos partidos buenos te lanzan a la parte alta de la clasificación y en la que dos malos hacen que te tiemblen las piernas cerca del precipicio. Por ello, hoy es más importante que nunca que los herculanos marquemos la diferencia. De los doce partidos que restan, siete serán en nuestro Rico Pérez. Siete auténticas batallas que serán fundamentales sea cual fuere nuestro objetivo; tanto el de pelear por el playoff, como el de salvarse de la quema.

Siete asaltos en los que otros tantos enemigos tratarán de hundir nuestra cabeza bajo el agua, porque con una competición tan ajustada, que nosotros nos ahoguemos es lo que les permite a ellos respirar. Y es en esta igualdad en la que los herculanos debemos caminar de la mano de nuestro Hércules; empujar junto a ellos por nuestro escudo y por nuestros colores. Los herculanos somos guerreros, como nuestro nombre indica, y capaces de aniquilar con nuestro coraje cualquier muralla y a cualquier rival.

Este domingo, el Numancia y los numantinos vienen desde Soria a intentar zambullirnos en la pesadilla. ¡No lo permitamos! ¡Demostremos que para fortín, el Rico Pérez, y para fieles, los herculanos!

¡Tú eres medio Hércules, eres irremplazable y no puedes faltar!

 

José Alcaraz

Delegado de Afición y Peñas

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