Un gran gol del canterano Salinas y otro de Paco Peña otorgan la victoria al Hércules contra el Atlético Baleares en un partido en el que los alicantinos gozaron de ocasiones para la goleada. El equipo es cuarto y vuelve a la zona de promoción de ascenso.
Los chubascos mañaneros no impidieron que el Rico Pérez viviera un ilusionante duelo entre dos conjuntos que pelean cada jornada pensando en los puestos playoff. Al Hércules no le valía otra cosa, solo la victoria. Los de Tevenet pusieron el balón en juego con el plan de llevar el ritmo de partido con las miras puestas en la portería del exherculano Aulestia. Pero los isleños se encargaron de discutir la posesión a los locales desde el principio, protagonizando algunos acercamientos aislados.
Las ocasiones peligrosas comenzaron a llegar por las bandas desde terreno alicantino con unos Peña y Dalmau muy ofensivos. El Hércules se hizo paulatinamente con el timón del encuentro y en el minuto 22’ encontró el premio. El capitán blanquiazul inició una jugada desde su costado que se adentró en el área y llevó el esférico hasta Salinas, que desde línea de fondo y sin ángulo marcó un gol extraordinario que adelantó a los locales.
En plena euforia por el gol, en el mejor momento del combinado herculano, aterrizó en el terreno de juego la mala noticia del partido: la lesión de Chechu Flores. El talentoso jugador no pudo alcanzar la media hora de partido y tuvo que ser sustituido por Juanma Espinosa. Las disciplina de Tevenet superó el contratiempo in situ y continuó inyectándole vitamina al choque.
La segundo parte hizo acopio de la dinámica del primer tiempo. El Hércules se adueñó rápido de la reanudación del partido y a los cuatro minutos llegó el segundo gol. Paco Peña se sumó al ataque para enganchar desde el borde del área un balón muerto y batir al cancerbero isleño al segundo palo. Los blanquiazules jugaron a placer protagonizando múltipes ocasiones claras de gol, el partido no pudo ir mejor. La gran actitud mostrada por los locales encontró pronto el respaldo de la afición, que alentó a su equipo a proseguir la machada.
El marcador mostró su cara final con cuarenta minutos por jugar todavía, pero la plantilla alicantina, a pesar de ir por delante en todo momento, no desfalleció y buscó la goleada con un juego regularmente alegre. El Hércules quiso más, no se conformaba con el 2 a cero. Es ahí donde reside la grandeza de este equipo. Con el trabajado triunfo contra el Alético Baleares el club alicantino regresa a la zona de promoción de ascenso en cuarto lugar con 27 puntos, a uno del Badalona.