El equipo alicantino vence al filial del Girona gracias a un gran gol de Carlos Martínez. El Hércules tuvo que emplearse a fondo ante un rival valiente que exigió a los blanquiazules. La victoria mantiene al Hércules en la pelea por el liderato.
El Hércules de Alicante y el CF Peralada-Girona B se han enfrentado este domingo en el estadio José Rico Pérez ante 6200 espectadores, en el encuentro correspondiente a la 16ª jornada del Campeonato Nacional de Liga. El conjunto herculano, tras la derrota sufrida la pasada semana en la Nova Creu Alta, buscaba resarcirse ante su afición, mientras que el club gerundense visitaba el coliseo alicantino con la firme intención de salir de los puestos de abajo de la clasificación.
Tras diez minutos de tanteo inicial, en la que la máxima igualdad y el respeto fue denominador común, el Hércules empezó a poner de relieve las virtudes que le han llevado a copar, desde el inicio de la competición, los puestos de promoción de ascenso. En el minuto 10, una falta lateral botada por Chechu Flores encontró la cabeza de Emaná en la que fue la primera ocasión del equipo de Lluis Planagumà. Tan solo dos minutos más tarde, nuevamente el capitán herculano fue el encargado de cabecear un centro desde la izquierda que se topó con el cuerpo de un defensa, en lo que dio origen a una fase de dominio del cuadro blanquiazul que no obtuvo, sin embargo, el premio del gol.
El Peralada, por su parte, un conjunto joven y de buen pie, únicamente pudo asomarse a la cancela defendida por Falcón a balón parado, si bien la zaga alicantina se mostró tremendamente solvente en las faltas botadas por Pau Miguélez.
El segundo acto siguió la tónica de los primeros 45 minutos, con un Pol Roigé percutiendo con peligro por el flanco derecho del ataque local y con un Carlos Martínez tremendamente activo actuando como estilete de la ofensiva herculana. La incorporación de Juli a mediados de la segunda mitad espoleó aún más el entusiasmo local. El centrocampista alcoyano dio un nuevo aire al encuentro y la mejora en el juego del Hércules se tradujo en un precioso gol de Carlos Martínez quien, en el balcón del área, se deshizo de su par y anotó con un tiro raso el único tanto del encuentro.
El gol del Hércules obligó al entrenador visitante a aplicar un cambio de sistema que otorgaba mucho vuelo por las alas. El Peralada trató de arrinconar al Hércules en los últimos diez minutos de partido pero, finalmente, su esfuerzo resultó infructuoso. El triunfo del equipo de Alicante le afianza aún más en la zona noble de la tabla y reafirma la idea de acabar el año como líder del Grupo III.