El equipo herculano fue superior a su rival y tuvo innumerables ocasiones para lograr la victoria. Bañuz detuvo un penalti a Yeray en el 44 de partido y un claro mano a mano a Vergos. También Alfaro estrelló un balón en la madera y Benja y Raúl Ruiz pudieron marcar. A pesar del empate, la permanencia se reduce a dos puntos.

No tiene suerte el Hércules en esta aciaga temporada. El equipo de Antonio Moreno dispuso de innumerables ocasiones, algunas de ellas muy claras, para lograr una victoria que hubiera sacado matemáticamente al equipo del descenso. También provocó un penalti que acertó a parar Bañuz a lanzamiento de Yeray. El Hércules mantiene la portería a cero y recorta a dos puntos la permanencia. Todavía queda un largo camino y el compromiso de la plantilla volvió a quedar patente en el partido ante el Andorra. 

El técnico herculano formó su once inicial con Álvaro por la derecha en defensa y un centro del campo con Sergio, De Lerma y Yeray. El equipo tuvo la solidez de las últimas jornadas y desmontó la medular rival. Fue solidario y muy trabajador, pero faltó el gol. Pudo llegar nada más comenzar el partido con un error de Gaffoor que a punto estuvo de aprovechar Benja en el primer mano a mano herculano ante Bañuz. También Raúl Ruiz la tuvo en una contra antes de que llegara el claro agarrón de Bessone a Benja dentro del área. El penalti no tuvo discusión. Lanzó Yeray pero el portero visitante, convertido en el héroe de la tarde, le adivinó la intención. 

En la segunda parte, Musa vio la segunda tarjeta amarilla y el Hércules jugó contra diez desde el minuto 47 de partido. Un minuto antes, Falcón había desvaratado la única oportunidad clara del Andorra precisamente en una ocasión de Musa. A partir de la expulsión, el Hércules tuvo la posesión y todas las oportunidades para lograr la victoria. Las más claras fueron la de Nikos Vergos, en un mano a mano ante Bañuz, y otra de Jesús Alfaro en un disparo escorado que se estrelló en el palo.

Al Hércules le faltó definir porque fabricó oportunidades de sobra y peleó en defensa y ataque los 90 minutos para hacerse con la victoria. No pudo ser y la decepción es generalizada porque se dejó escapar una buena ocasión. A dos puntos del descenso y once jornadas para el final de la temporada, el equipo depende de sí mismo para lograr la permanencia. De momento, la próxima final será el domingo ante el CD Ebro en Zaragoza.

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