El árbitro pasa por alto dos claros penaltis a favor del Hércules a Alfaro y Jona en la primera parte. El Hércules se vio obligado a ir a remolque, lo intentó y generó ocasiones suficientes para remontar. El equipo sufrió en la defensa de la pelota parada. Lo peor del partido la lesin de Stephane Emaná en el primer minuto.

El Hércules de Alicante tuvo que enfrentarse, en la tarde de domingo, tanto al CD Ebro como a muchos elementos adversos y ajenos al propio juego. La lesión de Emaná en la primera jugada del choque pareció sentar un feo precedente en el desarrollo ulterior de los 90 minutos. Su infortunio sirvió para poder disfrutar prematuramente del concurso de un Jona que, al igual que todos sus compañeros, entró entonado desde el pitido inicial. Dominaba el Hércules y esperaba agazapado el equipo aragonés, que veía hostigada su meta con las acometidas de Chechu Flores a tiro de falta y un buen centro pasado de Alfaro que no encontró rematador (min. 6).

Poco después, un certero pase filtrado de Jona dejó en franca ventaja al extremo onubense dentro del área quien, tras un gran recorte, fue derribado en una acción en la que el colegiado no advirtió nada punible. Fue la primera decisión polémica de la tarde. Su desatino dio pie a una aciaga noche para el señor Montes García-Navas y desajustó el buen hacer de los hombres de Planagumà, pues en la primera llegada del CD Ebro la pelota acabó dentro de las mallas gracias al remate de un Tiago que también acabó lesionado tras el tanto (min. 13).

Con el gol en contra, el Hércules se puso el mono de trabajo. Un excelso Diego Benito tomó el control del centro de campo y su buen pie empezó  nuevamente a hacer jugar a sus compañeros. Una gran ocasión de Chechu después de una jugada coral (min. 24) y un remate de cabeza de Samuel en una jugada de estrategia (min. 28) no hicieron justicia a los méritos locales. Con el Ebro jugando su partido e intentando bajar el balón al barro, un nuevo gol anulado de forma muy rigurosa a Samuel por supuesto fuera de juego avivó todavía más el descontento de la parroquia local. Sin embargo, el enfado mayúsculo no llegó hasta el tiempo de descuento: una gran jugada individual de Jona terminó con el goleador derribado por un defensa visitante. Lejos de castigar con pena máxima la acción, el colegiado dejó seguir el juego y, en el contraataque inmediatamente posterior, el CD Ebro duplicaba su ventaja gracias al gol de Víctor García (min. 45+5). Segunda acción polémica del partido y que marcó su destino final.

Enrabietado, el Hércules saltó al césped en el segundo acto decidido a hacer bueno los resultados de sus más directos rivales. El gol de Fran Miranda tras una falta botada por Chechu Flores (min. 57) insufló un enorme balón de oxígeno a unos futbolistas abnegados en el esfuerzo. La entrada de Juli por el goleador Miranda en el ecuador de la segunda mitad constituyó un enorme ejercicio de osadía por parte del cuerpo técnico herculano, que vio pasar muy de cerca el empate a causa de las ocasiones desperdiciadas por Samuel y por un gran Chechu cuyo disparo lejano que se topó con la buena intervención de Salva.

Con el partido muy abierto y los dos equipos pagando el sobresfuerzo realizado, un tiro de esquina del Ebro, en uno de sus pocos acercamientos, dinamitó las esperanzas alicantinas y ponía tierra de por medio en el marcador (1-3). Fue otra acción polémica porque los jugadores herculanos reclamaron que la pelota había salido. El penalti anotado por Carlos Martínez cerca del descuento (min. 88) finalmente solo sirvió para dar emoción al final de un partido en el que el Hércules luchó contra algo más que 11 contrarios pero en el que vendió muy cara su piel. A pesar de la derrota, el Hércules se mantiene 5ª en la clasificación, empatado a puntos con un Lleida que ocupa el último puesto que da acceso a la promoción de ascenso.

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