El entrenador del Hércules, Quique Hernández, ha comparecido esta tarde en la sala de prensa del Rico Pérez. Tras las dudas mostradas en estos últimos partidos ha querido mandar un mensaje tranquilizador a la afición y ha asegurado que está “a muerte con el equipo”.
Quique Hernández entiende la preocupación que ha surgido en el entorno herculano tras los últimos encuentros. Reconoce que están dolidos por estos últimos resultados y que la imagen que se dio en el Alfredo Di Stefano fue de un equipo “indolente” y “apático”, pero afirma que “no es la actitud real del equipo”. El técnico de Anna asume la responsabilidad, afirma que los jugadores están totalmente implicados y que “confía plenamente en la plantilla”. Deja claro que esto se trata de “una mala racha” y que trabajarán duro para abandonarla y poder devolverle a la afición todo el compromiso que depositan en el equipo.
El entrenador del Hércules CF explicó que no ha querido concentrar al equipo como castigo, después del partido ante el Castilla, porque “el primero en castigarme tendría que ser yo” y mostro su seguridad en la “capacidad del equipo” para reaccionar. Hernández sí mostró su disgusto por no haber podido reforzar el grupo más en el mercado de invierno e insistió en que no se la había pasado por la cabeza nunca dimitir: “Yo no soy un problema para el club. No se ha cumplido con el plan que teníamos para reforzar el equipo, por las circunstancias que atraviesa el club”. “Tenemos que devolver a la afición toda la confianza que nos ha dado”, concluyó.